2010/07/01

Oiangu: la sentencia politica y la del mercado


Informacion buzoneada por el Ayuntamiento:

Es el tercero de los pronunciamientos de los tribunales, todos ellos a favor del Consistorio, y no cabe recurso

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha zanjado definitivamente el debate en torno a las acusaciones vertidas por la plataforma Oiangu Bizirik contra el Ayuntamiento de Ordizia y su actuación en el proyecto del parque de Oianguren u Oiangu. A través de una sentencia firme remitida a finales de abril, el tribunal sentencia a favor del Ayuntamiento, negando además la posibilidad de recurso y condenando a la plataforma al pago de las costas judiciales.

11-05-2010 Ordiziako Udala

Prara leerlo completo pinchar el link

http://www.eajpnv-ordizia.org/archivo/2010/05/nueva-sentencia-favorable-al-ayuntamiento-de-ordizia-en-el-litigio-sobre-oianguren/


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Oiangu: la sentencia política y la del mercado


El último comunicado que ha hecho llegar el ayuntamiento al pueblo de Ordizia con motivo de la sentencia del Tribunal Supremo a la demanda interpuesta por la Plataforma Oiangu Bizirik, tiene dos objetivos claros: primero, confundir a la ciudadania (nos consta que no se ha entendido el significado de la sentencia) y segundo, ocultar que un movimiento ciudadano ha sacado a relucir la incompetencia del equipo de gobierno en la gestion del territorio y en concreto del parque Oianguren.

Por ello, no es de extrañar que nuestro ayuntamiento haya querido aprovechar lo que la sentencia ha dictado: que “el ayuntamiento ha seguido el procedimiento legal administrativo” (faltaría más, ¿acaso no debe ser siempre así?), para eludir, en primer lugar, la responsabilidad política en el estrepitoso fracaso de Oingu y, en segundo lugar, otorgar validez política a algo que es simplemente un pronunciamiento administrativo. En efecto, al decir que “Oingu Bizirik carece de legitimidad para interponer el citado recurso” y que “el Tribunal Superior de Justicia se pronuncia con contundencia y da la razón al Ayuntamiento de Ordizia, zanjando definitivamente el asunto”, el ayuntamiento rechaza conocer la voluntad general del pueblo de Ordizia a través de un referéndum, único método que la democracia participativa reconoce para conocer la opinión del representado. Si Rousseau equiparó la voluntad de la mayoría a la voluntad general, la coalición que hoy gobierna Ordizia, PNV y PSOE, considera que
ella es la voluntad general y, por tanto, los habitantes de Ordizia no pueden opinar y menos decidir sobre Oiangu: a eso se limita su participación. Tal y como advirtió J. Habermas (1969), “los partidos son instrumentos de formación de la voluntad, pero no en manos del pueblo, sino en manos de quienes dominan el aparato del partido”. Según esto, la sociedad civil no está autorizada ni legitimada para incidir políticamente.

Como bien se ha encargado de recordarnos el ayuntamiento, “el Tribunal Superior de Justicia ha zanjado definitivamente el asunto”. A estas alturas, a nadie puede extrañar que eleve dicha sentencia a la categoría de dogma y, consecuentemente, aproveche la ocasión para anatemizar de nuevo a la Plataforma. En efecto, nosotros, los tachados de ser “militantes de un ecologismo exacerbado” y “vendedores de humo”, ahora no sólo somos los culpables de generar “un grave perjuicio moral y económico a la empresa adjudicataria” por el fracaso del proyecto Oiangu, sino también de infringir “un grave perjuicio moral a los técnicos del ayuntamiento implicados en el desarrollo del proyecto”. De este modo, se invierte la carga de la prueba y a la plataforma Oingu Bizirik se le endosa toda la responsabilidad de la debacle de Oiangu. Mayor alteración de la realidad no cabe concebir. Respecto a Ikena, habrá que preguntar a nuestros responsables políticos si les suena algo lo del riesgo empresarial. Y, en cuanto a los técnicos implicados en el proyecto, simplemente cabe advertirles que, dado que el proyecto presentado en su día por Ikena fue calificado de “muy bueno en opinión de todos los técnicos de Ikena” (pag. 13 revista Ordizia Gaur), será conveniente que la siguiente vez no sean tan crédulos en los estudios de mercado que tengan que evaluar, aunque viniesen avalados por lord Keynes.
Los imitadores de sabios huyen deliberadamente de realizar un mínimo análisis para explicar por qué ha fracaso el proyecto de Ikengu que tan ardientemente han apoyado. Pues bien, veamos qué ha sucedido. Desde la oferta, por no disponer de recursos propios para financiar el proyecto, Ikengu acudió al sistema crediticio, que le concedió una mínima financiación al no ver “suficiente negocio”, habiéndose reducido así considerablemente lo ejecutado del proyecto. Por el lado de la demanda, tampoco se cumplieron las expectativas pues no hay tantos golfistas como se nos quería hacer creer. Han sido incapaces de captar a 400 socios (menos del 1% de la población del Goierri), el número que haría viable el proyecto de Oiangu según sus promotores. Finalmente, la crisis ha actuado de elemento catalizador acelerando su derrumbe. Estos hechos son los que explican de un modo simple por qué Ikengu se ha retirado del proyecto de Oiangu.

Ahora que la iniciativa privada se retira, que se comprueba que no hay negocio en el “ocio y turismo” que se quería desarrollar en Oiangu, el ayuntamiento declara que va a continuar con el proyecto, lo que va a exigir aportar dinero público. En vez de reconocer el error cometido, ha decidido seguir adelante, aunque sea a costa del dinero de todos los ordiziarras. Culpa y hace responsable moral del fracaso de Oiangu a la Plataforma. Pero, para ver a quién debe imputarse el fracaso de Oiangu, rescatemos lo que se decía, hace 5 años, en el n.º 1 de la revista Ordizia Gaur [julio 2005]: “Sinceramente [habla la alcaldesa de entonces, Alejandra Iturrioz] considero que los aspectos favorables y positivos que encierra son muy superiores a los negativos porque el proyecto de Oiangu que avalamos representa PROSPERIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO para Ordizia [las mayúsculas son del texto]” (pág. 2).

Aunque se explicaba muy poco en la citada revista, había que deducir que La prosperidad y desarrollo económico de Ordizia provendría de que con dicho proyecto se iban a ingresar al cabo de 40 años, “además del precio de la inversión, otros 585.000 euros en concepto de canon de la concesión” (pág. 15). Por si esto fuera poco, con el proyecto se lograría proyectar la imagen de Ordizia “a escala supracomarcal” y, además, serviría para “consolidar el turismo del Goierri por seguir apoyando la diversificación económica de la comarca en torno al ocio y turismo” (pág. 3). Pero aún hay más: el ayuntamiento se ahorraría “9.616 € anuales en concepto de mantenimiento del parque” (pág. 7) Vamos, no nos costaría nada y encima obtendríamos rentabilidad, algo que hubiese querido para sí en sus negocios con los monarcas europeos el mismísimo banquero Jacobo Fuggers.

¿Con qué nos encontramos en el año 2010?, con que la iniciativa privada se ha retirado por la sencilla razón de que no hay mercado para el proyecto Oiangu, y el ayuntamiento lejos de aceptar tan irrefutable realidad pretende resucitarlo gastando 125.000 € sólo para solucionar el problema de los postes contaminados. De este modo, el golf adquiere la misma importancia que la educación, sanidad, investigación e infraestructuras. Si en 2005, con la economía en pleno desarrollo, el ayuntamiento no disponía de recursos propios para impulsar un proyecto como el de Oiangu, ¿cómo es posible que hoy pueda asumir el coste de un deporte minoritario y exclusivo?, ¿cuánto más habrá que gastar en el caserío Oiangu para que quede como estaba antes? ¿Quién ha mentido en el caso de Oingu? ¿Quién ha provocado el perjuicio moral y económico a Ikena? ¿Cuándo va a dejar el ayuntamiento de tomar decisiones unilaterales sin contar con la voluntad de todos los ordiziarras? Para arrostrar las decisiones se requiere profundidad de juicio y responsabilidad política, algo de lo que los actuales funcionarios políticos que nos gobiernan carecen, porque su permanencia en el poder no depende de los ciudadanos que les votamos sino de los órganos del partido que les designan para el cargo.

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01-07-2010 OIANGU PARKEA BIZIRIK NATUR ELKARTEA

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